El diccionario tiene más de una docena de definiciones para la palabra secreto. Generalmente usamos esa palabra para referirnos a algo que debe mantenerse oculto o privado. Por naturaleza, a los seres humanos nos atrae lo secreto. Supongo que nos llena de emoción hasta cierto punto el tener información o conocimiento que otros no poseen. En efecto, uno de los libros más vendidos en la historia se titula 'El Secreto'. Cuando lo compré, yo también deseaba saber cual era ese secreto.
A atletas profesionales se les pregunta en algún punto en sus carreras, de una u otra manera, '¿Cómo lo haces?'. A veces la explicación no es muy extensa por miedo a revelar lo que en realidad en un “secreto” de su entrenamiento o metodología. En otras oportunidades, los medios de comunicación logran exponer lo que parecía oculto para el resto del mundo: sesiones de entrenamiento agotadoras con entrenadores ultra exigentes; rutinas diarias que requieren largas horas pisando asfalto, pedaleando, o nadando en la piscina. ¡Termino cansado con solo escuchar la cantidad de ejercicio al que se someten!
Los atletas entienden el poder de lo secreto y no se fían únicamente del talento innato. Por ejemplo, Tiger Woods golpea bolas de golf de tres a cuatro horas casi a diario; Michael Phelps dedica cinco horas diarias a nadar. Todos los corredores que conozco tratan de correr con otros de mejor nivel y entienden el valor de 'cross-training' con otros deportes. Y todos los corredores que conozco están informados acerca de la nutrición, se preocupan por alimentarse correctamente, y tiene en mente descanso y recuperación mientras entrenan. No quisiera simplificar, pero creo que los atletas muestran de que están hechos y lo hacen ver fácil en los ojos del espectador usando un solo ingrediente secreto: Disciplina.
Y todo esto encaja perfectamente con el concepto del acondicionamiento espiritual. La Biblia lo presenta de la siguiente manera en Hebreos 12:11 NVI:
“Ciertamente, ninguna disciplina, en el momento de recibirla, parece agradable, sino más bien penosa; sin embargo, después produce una cosecha de justicia y paz para quienes han sido entrenados por ella.”
Una vida espiritual activa requiere que seamos disciplinados en nuestro entrenamiento espiritual en privado, para demostrar nuestra madera en público, y recibir la recompensa del Reino. El poder de la disciplina debe ser aplicado a:
1. La Oración (Entrenamiento)
Nuestra fe de que Dios esta presente en nuestra vida diaria requiere oración, especialmente cuando ese tiempo de oración esta enfocado y se hace en privado. Mateo 6:6 NVI nos dice: “Pero tú, cuando te pongas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará.”
2. Estudiar las Escrituras (Nutrición)
La palabra de Dios contiene todos los nutrientes necesarios en nuestro entrenamiento como Cristianos – aún aquellos nutrientes que son invisibles. Sincronizado con la oración, el estudio de la Biblia nos llevará al siguiente nivel de rendimiento espiritual.
3. El Ayuno (Auto-control)
Abstenerse de ciertas actividades es una manera de ayunar, de fortalecerse mentalmente y asegurar resultados óptimos. Mateo 6:17-18 agrega lo siguiente a este concepto: “Pero tú, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara para que no sea evidente ante los demás que estás ayunando, sino sólo ante tu Padre, que está en lo secreto; y tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará.”
4. La Reflexión, el Servicio, y la Alabanza (Cross-training)
Si deseamos mantenernos en buena forma espiritualmente, debemos practicar otras disciplinas además de orar y leer la Biblia. Reflexionar en la palabra, ser servicial a nuestros hermanos, y la alabanza en privado son excelentes formas de elevar nuestro rendimiento espiritual.
El primer libro de Timoteo 4:8 NVI resume la fuerte relación que existe entre estar en forma física y espiritualmente, y la recompensa esperada después de la carrera:
“Pues aunque el ejercicio físico trae algún provecho, la piedad es útil para todo, ya que incluye una promesa no sólo para la vida presente sino también para la venidera.”
Ahora que sabes cual es el secreto y el poder del mismo en tu vida, ¡asegúrate de compartirlo!