El Poder de lo Invisible

Also available in English Also available in English

Ojalá que nuestra rutina diaria incluya un buen balance de actividades para el cuerpo, la mente, y el espíritu. Por supuesto que mi actividad favorita en esta categoría es correr. Correr me permite meditar, ejercitarme, y orar al mismo tiempo. Me permite estar en contacto conmigo mismo, con mis alrededores, y con Dios. Me hace consciente de la conexión profunda que hay entre lo que siento, lo que percibo, y lo que no puedo ver. Después de todo, las repeticiones visibles de zancadas, contracciones abdominales y balanceos de brazos, son solamente posibles mediante mecanismos invisibles: la interacción compleja de células, químicos y bioenergía. La capacidad real de nuestros cuerpos para propulsarnos depende del poder de lo invisible. Analicemos brevemente algunas de estas cosas que nos permiten movernos pero que no vemos a simple vista.

ATP te da más energía
El Adenosín Trifosfato o ATP es un nucleótido fundamental formado por adenina, ribosa y tres grupos de fosfato. De acuerdo al Diccionario Médico Bantam, “Los enlaces químicos de los grupos de fosfato almacenan la energía necesaria para la célula; para la contracción muscular: esta energía se libera cuando se desdobla el ATP”1 en sus componentes más simples. Las fibras musculares de contracción rápida pueden también desintegrar ATP rápidamente para producir energía. La energía que se libera por esta reacción metabólica fisicoquímica se traduce en todo el movimiento corporal levado por los huesos y las coyunturas.

D te hace más fuerte
La Vitamina D o en su forma más común en el cuerpo humano, colecalciferol, es un grupo de grasas solubles de la familia química de los esteroides. Es responsable primordialmente por la absorción y el transporte del fósforo y del calcio desde los intestinos al sistema sanguíneo. Promociona la mineralización normal de los huesos incrementando la densidad ósea. También aumenta el tamaño de las fibras musculares de contracción rápida, las cuales se encuentran primordialmente en los músculos esqueléticos, elevando así la fortaleza muscular. La Vitamina D es el enlace entre la energía (fósforo) y la fuerza (calcio), lo cual resulta en un mejor rendimiento atlético, tal como lo confirman ciertos estudios médicos recientes2 Ayuda a correr más rápido y distancias más largas, con menos lesiones, y con una recuperación más rápida.

EGCG te protege más
El Galato de Epigalocatequina o EGCG es un éster que se encuentra en muchas plantas y variedades de té. Tiene propiedades antioxidantes potentes, las cuáles son de uso terapéutico, incluyendo el tratamiento de ciertas formas de cáncer y SIDA. Los antioxidantes son necesarios para remover los radicales libres producidos durante la oxidación típica del metabolismo muscular durante el ejercicio. El sistema de defensa antioxidante del cuerpo utiliza EGCG y otros antioxidantes como parte de su respuesta inmunológica para sanar los tejidos dañados, incrementar la resistencia a la exposición repetida de radicales libres, protegernos de cualquier daño subsecuente y facilitar una recuperación más rápida.

Equipo Invisible
Estos y muchos otros procesos son las maravillas invisibles de nuestra complejidad fisiológica. Llevamos este equipo invisible a todas partes aún cuando ni siquiera estamos conscientes de su existencia. Lo que es fascinante es poder aplicar metafóricamente lo que ahora sabemos acerca de estos procesos a nuestra carrera de la fe. Este es un tema amplio, el cual solo deseo introducir aquí. ¿Cuál es el equipo invisible que llevamos en nuestra carrera de la fe? ¿Qué otras cosas invisibles tienen un efecto natural en nuestras vidas? ¿Qué valores espirituales nos impulsan, nos fortalecen, y nos protegen? ¿Qué poder velado nos mantiene salvos de las lesiones de la vida? ¿Qué substancia oculta nos sana? ¿Qué verdad imperceptible nos restaura; nos libera?

El poder real de las cosas visibles reside en las cosas invisibles. San Pablo escribió, (RVR60: 1 Tesalonicenses 1:3):

“acordándonos sin cesar delante del Dios y Padre nuestro de la obra de vuestra fe, del trabajo de vuestro amor y de vuestra constancia en la esperanza”

La obra de la fe. La fe es de hecho el ejercicio de tu carrera, como el ejercicio físico que haces al correr gracias al poder invisible que te ha sido dado. La fe invisible te hace ir al trabajo cada día; te hace comprar boletos de avión para tus vacaciones del mes que entra; te hace matricularte en tu próxima carrera en cuatro meses o en tu próximo semestre de universidad. La fe invisible hace una obra ahora de las cosas que todavía no puedes ver. La fe invisible te da energía.

El trabajo del amor. El amor es lo que hace que tus fibras musculares de contracción rápida trabajen. El amor invisible te hace compartir palabras de sabiduría y aliento a tu esposa; te hace ir al hospital a las 3:00 a.m. a visitar a un amigo que sufrió un accidente; hace que te importe tu vecino. El amor invisible te hace más fuerte.

La resistencia en la esperanza. La esperanza remueve los radicales libres que pueden dañar tu visión a largo plazo. La esperanza invisible te hace esperar, valga la redundancia, por esa promoción laboral que todavía no te han ofrecido; te hace ver tu cuerpo sano más allá de tu presente enfermedad; hace que prevalezcas sobre la adversidad en aras de tiempos mejores. La esperanza invisible te protege más.

“Ahora, pues, permanecen estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor” (NVI: 1 Corintios 13:13). ¡Recuerda tener tu equipo preparado y depender del poder de lo invisible!

[1] Urdang, Laurence, The Bantam Medical Dictionary (Mass Market Paperback), p. 61.
[2] Asp, Karen, Running on D, Runner’s World Magazine, Dec 2009, p. 36-37.



Vladimir Lugo

vlugo@race-of-faith.com

2 Comentarios:

Samtanta Pereira dijo...

wlady ... hace 2 dias estoy corriendo, bueno digamos caminando e intentando correr.. Por fe lo lograre... Y realmente es una experiencia muy linda, me pasa lo mismo que a ti conectarse con la hermosura de la naturaleza, con la respiracion, orar ufffff y por ahi....
La carrera de la fe!!! Dios creo q ahi si voy corriendo... he pasado el valle de la sombra, y la muerte, y saber que no importa cual sean las circustancias, el clima, o etc que puedas enfrentar.. saber que TODO es vanidad, que solo saber que al final llegare a esos brazos hermosos, calurosos, apasiguadores quita toda desesperacion en el proceso.. Pelear contra todo y saber que es mejor cantar, alzar los brazos y dejar q la brisa te sostenga.. Como un gran Aguila.. No batalla cuando viene frente fuertes de vientos contrarios.. El Solo abre sus alas y aprovecha eso para elevarse mas...!!! Eso Es lo Maximo..!!
Brother Dios siga dandote la sabiduria, y el conocimiento y amor para compartir con nosotros lo q experimentas en El..
Bendiciones....

Unknown dijo...

Precisamente así es como funciona la esperanza: nos asegura que las circunstancias adversas del presente, las cuales son visibles, son necesarias para impulsarnos adelante, al futuro incierto, a las metas recónditas y a los sueños insondables, con la certeza de que el futuro será más satisfactorio, las metas cosa del pasado, y los sueños una realidad.





Bookmark and Share